Hace mucho tiempo que esta guerra no ocupa la primera plana de los periódicos pero se sigue matando. Desde hace cuatro años que Yemen se desgarra entre rebeldes hutíes apoyados por Irán y leales al presidente Hadi, apoyados por Arabia Saudita. Los fracasos de las negociaciones de paz, firmadas el 8 de septiembre en Ginebra, provocaron nuevos combates y un importante balance humano: 84 personas murieron en veinticuatro horas alrededor de la ciudad estratégica de Hodeida, situada al oeste del país.

En total, la guerra en Yemen ha dejado más de 10.000 muertos desde 2014 –en su mayoría civiles– y más de 52.000 heridos. Además, provocó la peor crisis humanitaria del mundo, según la ONU. Retrospectiva sobre las fechas clave de un conflicto olvidado.



Julio 2014

La ofensiva de los Hutíes

Instalados en su territorio de Saada, al noroeste del país, los rebeldes hutíes, quienes critican el poder central desde hace una década, lanzan en julio de 2014 una ofensiva contra el presidente Abd Rabbo Mansour Hadi.

Esta comunidad zaidina, surgida del islam chiita, que constituye alrededor de un tercio de la población yemení, es apoyada en su ofensiva por Irán. Sin embargo, Teherán desmiente toda ayuda militar.

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Los rebeldes también se alían con unidades que siguen fieles al expresidente Ali Abdallah Saleh. Juntos, entran en la capital, Sanaa, el 21 de septiembre, tan solo unas semanas después del comienzo de su ofensiva. El 14 de octubre se toman el puerto de Hodeida, en el mar Rojo, y luego avanzan hacia el centro. El 20 de enero de 2015, luego de nuevos combates, los hutíes se apoderan del palacio presidencial en Sanaa y rodean la residencia del presidente Hadi, quien huye hacia Adén un mes después.

Marzo 2015

Arabia Saudita reacciona

Ante este traspaso de los hutíes, Arabia Saudita, país vecino de Yemen, terminó por movilizar varios Estados de la región para lanzar una contra-ofensiva aérea. Como telón de fondo al conflicto de Yemen, lo que en realidad se disputa es la rivalidad regional entre Teherán y Riyad.

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Gracias a la ayuda saudí, el gobierno de Yemen anuncia en julio la liberación de la provincia de Adén y convierte esta ciudad en la capital provisional del país. El verano es una sucesión de victorias para los lealistas, quienes vuelven a tomarse cinco provincias meridionales. En octubre, el estrecho estratégico de Bab al-Mandeb, por donde transita una parte del tráfico marítimo mundial, es recuperado de las manos rebeldes.

Además de esta crisis, Yemen es uno de los objetivos de los yihadistas de Al Qaeda y de la organización Estado Islámico, quienes evitan que las fuerzas del presidente Saleh conserven el control total de las zonas retomadas de los hutíes.

Agosto 2017 – Enero 2018

Alianzas que se fracturan

La alianza entre los hutíes y el antiguo presidente de Yemen, Ali Abdallah Saleh, apartado del poder en 2012, comienza a andar mal durante el verano de 2017 a causa de las tensiones sobre el control de las finanzas y la división del poder en las zonas controladas por los rebeldes. Los hutíes califican a su aliado de “traidor”, a finales de agosto, por haberlos presentado como “milicianos”.

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El 2 de diciembre, ocurre un giro inesperado cuando el ex presidente Saleh afirma estar listo para comenzar “una nueva página” con los saudíes. Este último es asesinado dos días después por los hutíes, quienes de esta manera refuerzan su control sobre Sanaa.



Por su lado, los lealistas enfrentan divisiones. A finales de enero de 2018, ocurren enfrentamientos en Adén entre separatistas saudíes, anteriormente aliados con el campo presidencial, y las fuerzas gubernamentales. El Primer ministro denuncia un “golpe de estado” y le exige a la coalición que intervenga. Pero la ciudad pasa a estar controlada por los separatistas, sumiendo el país un poco más en el caos.

Septiembre 2018

Nuevo fracaso de las negociaciones de paz

A comienzos de septiembre de 2018, diálogos entre los dos partidos debían tener lugar en Ginebra, pero fracasaron aún antes de empezar. Tras haber puesto condiciones a su presencia, los rebeldes hutíes finalmente no se desplazaron.

Unas horas tras el anuncio de este humillante fracaso por el mediador de la ONU Martin Griffiths, el jefe de los rebeldes, Abdul-Malik al-Houthi, llamó a sus partidarios a la “resistencia ante la agresión” del gobierno yemení, haciendo temer una nueva escalada.



De haber ocurrido, las discusiones de Ginebra habrían sido las primeras entre el gobierno yemení y los hutíes desde las que duraron varios meses en Kuwait en 2016. Estas últimas fracasaron sobre la retirada de los rebeldes de las ciudades claves como Sanaa, y la división del poder.