Exclusivamente originario de las filas del clero chiita, en nombre del principio del “velayat-e faquih”, que da a los religiosos la supremacía sobre el poder político, el Líder Supremo debe ser “justo, virtuoso, consciente de la época en la que vive, valiente, administrador y hábil”. Es la referencia religiosa y el guía del pueblo del Islam, según los términos de la Constitución iraní. Designado por la Asamblea de expertos, quienes son elegidos por sufragio universal directo, concentra la mayoría de los poderes. Comandante máximo de las fuerzas armadas iranís, decide la política general del país y tiene la última palabra para los temas de seguridad, defensa y de política exterior. Tiene el poder de declarar la guerra y de proclamar la paz. Válida la elección del presidente de la República que puede destituir. Nombra todos los responsables de seguridad del país (Jefe del Estado Mayor, comandante supremo de los Guardianes de la revolución, jefe de las fuerzas del orden…) y también el jefe del poder judicial.
El ayatolá Alí Jamenei es el Líder Supremo iraní desde 1989. El expresidente sucedió al ayatolá Ruhollah Jomeini, fundador de la República islamista de Irán en 1979.
Se trata de la función oficial más alta del país después de la del Líder Supremo. Es el jefe del poder ejecutivo y designa en este sentido a los miembros de su gobierno. Preside el Consejo de los Ministros y el Consejo Superior de Seguridad Nacional. Es elegido mediante sufragio universal directo por cuatro años y para dos mandatos consecutivos como máximo y puede ser destituido por el Líder “si los intereses del país” lo exigen, o por el Parlamento, que puede constatar su incapacidad en dirigir el gobierno. Que sea originario de las filas del clero o de la clase política clásica iraní, debe ser “piadoso y apegado a los fundamentos de la República islamista de Irán”. El presidente actual Hasán Rouhaní fue reelegido en 2017.
Se trata de un órgano esencial, cuyos 88 miembros, todos religiosos, son elegidos por sufragio universal directo por ocho años, dado que está encargado de la designación del Líder Supremo, que debe ser originario de sus filas. Puede eventualmente destituirlo si es juzgado como incapaz.
Está compuesto por 12 miembros, seis religiosos nombrados por el Líder Supremo y seis juristas propuestos por el jefe del poder judicial, con la aprobación del Parlamento. Designados por seis años, están encargados de validar las leyes votadas por el Parlamento comprobando si respetan los “mandamientos del islam y de la Constitución”. Estos miembros tienen igualmente el deber de controlar el buen desarrollo de las votaciones organizadas en el país. Sobre todo, tienen el poder de bloquearlas filtrando los candidatos que se presentan a las elecciones presidenciales, parlamentarias o a las de la Asamblea de los expertos.
Se trata del motor del poder legislativo, que se pelean los conservadores y los reformistas. Compuesto por 209 parlamentarios, elegidos por sufragio universal para un mandato de 4 años, puede destituir al presidente de la República, quien es responsable ante este, o de un ministro del gobierno, aunque la palabra final sobre el tema queda en manos del Líder Supremo. El Majlis dispone de un derecho de veto sobre las propuestas de ley del gobierno que debe solicitar su confianza después de su formación.
El presidente designa la mayoría de los ministros de su gobierno que luego se presentan a los Majlis para obtener el voto de confianza, pero el ministro de Justicia es nombrado a propuesta del jefe del sistema judicial.
Este cuerpo “ideológico y popular” está encargado “de defender la independencia del país, la integridad territorial y la forma republicana e islamista del país”. El Jefe del Estado Mayor es directamente designado por el Líder Supremo quien es el comandante máximo de las fuerzas armadas.
Este cuerpo de élite del Ejército, los Pasdarán, tiene el deber de proteger la revolución y sus logros. Está bajo el control directo del Líder Supremo que designa su comandante supremo. Es uno de los pilares de la teocracia iraní.
Se trata de la autoridad judicial más alta del país. Designado por el Líder Supremo por cinco años, debe tener un perfil de teólogo y debe ser originario de las filas del clero.
Compuesto por 34 miembros, religiosos y figuras públicas nombradas por el Líder Supremo, se trata de un órgano consultivo que está dedicado al Líder Supremo y que se reúne según su solicitud.
Supervisado por el presidente de la República, decide las políticas de defensa, de inteligencia y de seguridad del país. Compuesto por altos responsables de seguridad y de varios miembros del gobierno (ministro de Asuntos Exteriores, del Interior, de Inteligencia), sus medidas están sometidas a la luz verde del Líder Supremo, quien nombra dos delegados para representarlo en el seno de este Consejo.
Textos : Marc Daou
Traducción : Louise Bucaille
Concepción gráfica y desarrollo : Estudio gráfico France Médias Monde